¿Por qué el ateo Lenin permitió que su policía secreta incursionara en el ocultismo?

Gleb Bokii. Fuente: Foto del archivoGleb Bokii. Fuente: Foto del archivo

Mark Hackard

En su análisis del mundo moderno, el pensador tradicionalista francés René Guénon observó que los verdaderos maestros de las revoluciones, el materialismo y el secularismo no eran realmente fines en sí mismos, sino solo las fases iniciales en el procesamiento oculto de la sociedad. El fin último de las elites criptocráticas, según Guénon, era la destrucción de la tradición sagrada y la entronización de las fuerzas infernales en una nueva contra-religión. Con la experiencia de la Revolución bolchevique y las incursiones de la inteligencia soviética en los reinos de lo esotérico, tenemos un poderoso ejemplo de la tesis de Guénon en acción, según cuenta el periodista ruso contemporáneo Georgy Filin. Sigue leyendo